Empleados ORFIS
Ignacio Ortiz Barranco
Coordinador de Programa de la Subdirección de Programación
Son ya dieciocho los años del contador Ignacio en el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS). De semblante relajado y carácter aparentemente reservado, Nacho no puede ocultar su satisfacción cuando se refiere a su labor como servidor público en esta institución, pues proviene de una tradición que en el ORFIS aún está vigente: la del trabajador de la administración pública que cree en el servicio público como una vocación.
La institución constantemente capacita, tanto a entes municipales, oficiales, de la entidad, como al personal interno. Es una institución modelo. Cuando el ORFIS inició, en sus primeros años, fue modelo para muchos Órganos de Fiscalización que se empezaron a desarrollar en toda la república; en ese entonces se tomó en cuenta nuestra labor.
Todos sentimos satisfacción por lo bonito que está el edificio, aparte de la satisfacción personal por el halago externo hacia nosotros, por la pulcritud con que siempre nos hemos manejado. Por eso siempre los servidores públicos de la institución reflejamos, estamos haciendo todos los días, lo mejor posible para actuar con la mayor honestidad y transparencia, valores, principios muy presentes que siempre debemos de tener. Y sobre todo la presentación pulcra que tratamos de dar todos los días, y el mejor trabajo desarrollado en el menor tiempo posible y con satisfacción.
Ignacio Ortiz Barranco está adscrito a la Subdirección de Programación, aunque comenzó como jefe en el Departamento de Adquisiciones, donde después de muchos años solicitó su cambio como uno más de sus retos personales. Quizás su actitud pueda resumirse en una frase: «Podemos aprender algo nuevo cada vez que creemos que podemos».
Mi mayor experiencia ha sido en el área de Adquisiciones, el ámbito de la planeación o el análisis financiero es nuevo para mí, aunque tengo el perfil y el conocimiento de la información financiera. Mi etapa de desarrollo profesional en la institución siempre fue en el área de adquisiciones: licitaciones públicas, adquirir los bienes y servicios necesarios para la institución, conforme a los presupuestos que anualmente se autorizan.
Fue un cambio total a petición mía […] se me brindó la oportunidad durante 18 años, pero hay ciclos que uno cumple, y uno debe seguir buscando la mejora continua, un proceso evolutivo que uno, como profesionista, como ser humano, como padre de familia, debe tener presente; lamentablemente a veces nos conformamos: «Estoy en mi zona de confort», «ahí sigo, mejor», «ya me sé todo», en el buen sentido. Nada es para siempre, todo es movido, tarde o temprano hay que mudar a otras perspectivas.
Nuestro entrevistado trabaja directamente en la Subdirección de Planeación, con el contador David Arizmendi Parra, donde realiza el seguimiento y análisis de las noticias sobre procesos de fiscalización –entre ellas, de atención prioritaria los eventos suscitados en la sesión legislativa del Congreso actual–, y de documentos legales como la Gaceta Legislativa y el Diario Oficial de la Federación. Asimismo, da seguimiento a los recursos federales emitidos por la federación en el estado de Veracruz, como el Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM), el Fondo de Apoyo a la Infraestructura Social Municipal (FASM), el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (FORTAMUN), etcétera.
Su carrera como contador público inició al egresar de la Universidad Veracruzana. Durante cinco años se desempeñó en un despacho externo, el despacho Freyssinier Morin de Veracruz. «Fue un proceso evolutivo satisfactorio porque en ese lapso, en los cinco años que estuve en Freyssinier Morin, en 1984 me gradué con la tesis intitulada Muestrario estadístico aplicado a la auditoria financiera: experiencia adquirida en el despacho en esa época». Posteriormente formó el Departamento de Auditoría Interna en otro despacho. Su profesionalismo y experiencia lo llevaron hasta el grupo Cuauhtémoc Moctezuma, del grupo Garza Lagüera en aquel entonces, que son las cervecerías Cuauhtémoc y el grupo FEMSA, donde lo ubicaron durante muchos años en la planta productora Orizaba.
Otro aspecto de su perfil es la docencia, pues también ha impartido clases a nivel universitario en la Facultad de Comercio de la Universidad Veracruzana, campus Veracruz-Boca del Río, y en la Universidad Villa Rica.
A veces uno se hace docente por necesidad o por vocación. En ese entonces yo nunca me vi como tal, me gustó porque había que estudiar, leer, etcétera. Me sirvió mucho la experiencia de la cervecería, sobre todo el tema de costos. Cumplí a gusto esa parte, me gustaría retomar la satisfacción de transmitir el conocimiento. Yo siempre les dije a los alumnos: «Yo no vengo a enseñarles nada. Yo simplemente soy un facilitador ante ustedes para que, en un momento dado, esto lo asimilen de una manera más ágil.» Ahora que estoy en un curso me digo: «Me gustaría estar al frente de un grupo».
Ignacio es un hombre de familia que disfruta convivir con ésta los fines de semana. En particular con sus dos hijos, ya adultos, comparte la pasión de la pesca deportiva, y su gusto por la cocina. Un gusto que nació a raíz de su educación materna y paterna.
Desde que era adolescente –17, 18 años– mi mamá, mis padres me enseñaron a ser útil: «Tú mismo, ayuda en la casa» –y me metía a la cocina a hacer una cosa–, «y lavas los trastes». Me enseñaron lo que por elemental uno debe de hacer; y cuando uno se llega a casar, la esposa no es la esclava, sino que es una unión en todos los sentidos, tanto física como espiritualmente. Es un proceso que debe ser entre los dos.
Con la calidez característica del jarocho, no duda en mencionar ser un hombre de una fe profunda y, sobre todo, en agradecer lo que considera dones cotidianos: el día, la vida, las charlas. Aún se vislumbra laborando en el servicio público, pero también desea terminar transmitiendo la experiencia adquirida estos años.
Quiero terminar de docente. Pero me contemplo disfrutando la vida en esa etapa, dando gusto a la pesca deportiva, poner un negocio que me ha apasionado siempre: la cocina, me gusta cocinar. Uno de los guisos de los que me acuerdo mucho, porque ya no son tan llamativos, el Roast beef a la inglesa, que es una parte de la res que se prepara al horno, lleva un proceso de una media hora; hacer pasteles, pays; a mi esposa le enseñé a hacer pays.
Y cumplir esa inquietud de regresar a la docencia para transmitir la experiencia, el conocimiento, y sobre todo tratar de sensibilizar a los jóvenes que se están preparando a nivel profesional, porque hay jóvenes con mucho talento, muy inteligentes, muy sagaces, pero a veces el facilitador no los sabe encauzar y ahí se quedan o se desvían. Hay excepciones, ejemplos, y hay un enorme talento en los jóvenes, los niños que vienen detrás de ellos.
Llegar al ORFIS fue un logro que le enorgullece mencionar. Un ámbito donde trabaja con los objetivos de transparencia y rendición de cuentas, en tiempo y forma de acuerdo con las leyes de la materia. Su trabajo está orientado «hacia el bien común, asesorar a los entes, ayuntamientos, etcétera, que en un momento dado tienen duda, y conducirlos con la mayor seriedad posible».
Lo bueno de esta honorable institución es que el proceso de mejora continua es evolutivo, en todo momento hay estudio, capacitación. Y sobre todo evitar corrupciones por todos lados, por todos los medios que es lo principal, darle a la sociedad la cara para que ésta tenga confianza de que lo que se hace y se dice aquí es correcto.
La productividad es el factor fundamental para explicar el crecimiento económico. De modo que si esta variable observa un comportamiento negativo, los resultados en cuanto a crecimiento y elevación de los niveles de bienestar no van a ser los mejores.
Buen diagnóstico, buena solución: los retos de la economía mexicana surge a raíz de jornadas de reflexión proyectadas por el Fondo de Cultura Económica, en las cuales se buscó analizar tópicos sobre economía, relaciones internacionales, ciencia y tecnología. Coordinado por los especialistas en economía, Raymundo Campos Vásquez y Fausto Hernández Trillo, los ocho ensayos aquí reunidos quieren establecer un diálogo con sus posibles lectores. Aunque se dirige a los estudiosos, profesores y académicos de Economía, el lenguaje consigue llegar particularmente a funcionarios, servidores públicos y hacedores de políticas públicas.
Entre los temas de los ocho ensayos que integran la publicación encontrarán fenómenos como la productividad, el crecimiento económico, la desigualdad, los empleos mal remunerados, el factor regional en las economías del país, y el recuento histórico durante la aplicación de la economía del siglo XIX (una transición de lo agrícola a lo industrial), entre otros.
A partir del contexto económico nacional de los noventa a la actualidad, un grupo de especialistas analizan los principales retos a los que se enfrenta la administración pública en materia económica: crecimiento estancado, pobreza persistente y desigualdad en la distribución del ingreso. Plantean las necesidades específicas para la productividad, el crecimiento, el desarrollo, la política económica, el empleo, la competencia y la economía del sector rural y proponen vías a largo plazo para mejorar el panorama mexicano con miras al año 2030.