Empleada ORFIS
Iris del Carmen García Zulvarán
Jefa de Departamento de Análisis Técnico de la Gestión Pública
Iris del Carmen es Jefa del Departamento de Análisis Técnico de la Gestión Pública, un cargo donde, con cuatro años de experiencia, aún considera estarse formando. Actitud que resume su actitud ante su trabajo y apertura al aprendizaje.
En estos 18 años que ha estado en el ORFIS, profesionalmente he aprendido muchísimo y aún no dejo de aprender, todos los días me sorprenden con algo, tengo la oportunidad de hacer algo diferente para practicar. El ORFIS para mí ha sido una institución como mi casa, he durado tantos años, tan a gusto estoy que no he buscado otra opción, me gusta, es una institución que te ayuda a crecer, que te ayuda a formarte, a mí me ha dado oportunidades de crecer. Las personas que han pasado –ya he conocido tres administraciones con ésta– han sido valiosas porque te apoyan, te enseñan para ir creciendo.
Desde muy joven inició su labor en el Congreso, en la Contaduría Mayor de Hacienda en el ramo 33. En algún momento llegaron los cambios, su área de trabajo se movilizó a lo que actualmente conocemos como Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS). En éste ha adquirido experiencia en diversas áreas; comenzó en la Dirección que ahora es Auditoria Técnica a la Obra Pública, continuó en la entonces Dirección de Auditoria Social, actualmente de Participación Ciudadana, más adelante estuvo en la Auditoría Especial, para finalmente llegar a su actual departamento.
Cuando empecé, era secretaria del Departamento de Contaduría, cuando nos pasaron al ORFIS seguía siendo secretaria. Entonces estudié la carrera en Derecho, de hecho prácticamente no tenía la carrera cuando empecé a trabajar en el ORFIS. Cuando decidí estudiar, escogí Derecho porque no me gustan mucho los números, aunque finalmente sí hago cosas de números. Con mis estudios, me cambiaron el estatus: fui analista, después asistente profesional y actualmente me dieron la oportunidad de ser jefa de departamento.
Apasionada de la lectura, la carrera de Derecho la proveyó de una visión más amplia, un panorama donde asegura que puede analizar e interpretar, claves para su puesto actual. Con la convicción de aprender, comenzó a estudiar su carrera en el sistema Abierto de la Universidad de Xalapa, mientras continuaba trabajando de lunes a viernes. De voz sonora y sonrisa franca, a su paso es fácil que se haga notar, con una personalidad enérgica caracterizada por la responsabilidad y la disciplina
Estuve cuatro años estudiando y trabajando al mismo tiempo. Soy muy hiperactiva para trabajar, a la universidad sólo iba los sábados así que lo combiné bien. Sólo me tenía que desvelar más para hacer los trabajos.
Originaria de San Juan Evangelista, un municipio al sur del estado, se le presentó la oportunidad de trabajar en el Congreso durante un viaje a la ciudad de Xalapa, entonces estaba de vacaciones, era muy joven y carecía de experiencia laboral. A pesar de las dificultades para adaptarse, reconoce que se encontró con personas que la ayudaron a formarse en lo laboral, apoyándola y enseñándole. Una impronta que ahora como jefa ejerce con los más jóvenes de su equipo.
Ahora que tengo la oportunidad de tener personal a mi cargo, que es la primera vez, he ido aprendiendo. He tenido la fortuna de que han llegado varios chicos, algunos no tan jóvenes, pero creo que todos han aprendido algo, hemos aprendido juntos. Porque las nuevas generaciones traen otra energía, otra manera de pensar, ellos me enseñan y yo les enseño, vamos combinando esa parte: lo que ellos traen de nuevo con lo que tenemos de experiencia.
Su área está integrada por dos departamentos, uno está dedicado a hacer documentos técnicos de apoyo a la gestión de los entes, y el otro, del cual está a cargo, es el de capacitación a los entes fiscalizables, municipios y servidores públicos estatales. Su departamento se coordina con las distintas instancias del ORFIS, sobre todo las áreas auditoras, quienes lo retroalimentan sobre las necesidades y debilidades detectadas en los entes para determinar los temas primordiales para impartir en las capacitaciones, básicamente temas técnicos. El área se dedica particularmente a la logística, la generación de las invitaciones, la confirmación de las asistencias, la recepción de los servidores públicos, el espacio y, por supuesto, la presentación de los instructores.
No todos los días tenemos cursos, el resto son un poco más tranquilos, pero cuando terminamos un evento nos dedicamos a hacer más informes, tarjetas más detalladas, supervisar las redacciones, seleccionar fotos. Una dinámica muy parecida, muy rápida, la operatividad es así.
El trabajo de este departamento es con regularidad fluido, más allá de inconvenientes e imprevistos. Esto se debe a los procedimientos administrativos, pero sobre todo al personal del departamento, profesionistas de perfiles diversos, con actitud de servicio, que funcionan como un todo orgánico.
Lo que he encontrado en ellos es que son muy colaboradores, muy responsables. Somos un equipo reducido, pero todos trabajan con muy buena actitud, con actitud de servicio, siempre dando lo mejor de ellos, todos trabajamos en equipo; inclusive aunque el otro departamento no tenga esa función, siempre nos apoya. Creo que esa es la fuerza, lo que hace que no sea difícil el trabajo, somos equipo. Ha sido debido a la dirección que traemos, de la auditora especial, ella tiene muy buen liderazgo, y todos vamos jalando para el mismo lugar.
Como ya se ha visto, su crecimiento profesional está ligado con el ORFIS, pero también con su crecimiento académico y personal. Con la Maestría en Derecho Penal concluida, aunque ahora está dedicada más a su vida personal, considera en algún momento podría estudiar administración, puesto que aunque no tiene la formación académica, el ORFIS la ha provisto de un conocimiento en ese sentido.
Iris no es sólo reconocida por ser una servidora pública de alto nivel, por su disposición al trabajo y su ímpetu de conocimiento, su figura también muestra una mujer independiente que disfruta también de sus espacios personales junto con su familia y amigos. Además de tener claros sus valores y filosofía de vida:
Aparte de que uno va creciendo las expectativas van cambiando. La vida es corta, se te va en un suspiro, si haces caso a lo que la gente dice, lo que la gente piensa, te pasarás la vida dándoles gusto, y posiblemente nunca se los des totalmente. Por eso mejor yo sigo mi camino, el que yo quiero.
Yo siempre aspiro a crecer, a hacer cosas nuevas, porque eso también te permite seguir aprendiendo.
Con su experiencia constata las mejoras en el servicio público, sobre todo debido a las nuevas herramientas tecnológicas que contribuyen en la información y participación del ciudadano. Sin embargo, reconoce que una labor compartida entre ciudadanía y las instituciones de la administración pública; ese sentido, la sociedad debe organizarse y ser más participa en la toma de decisiones, lo que contribuirá al avance de instituciones como el ORFIS.
Desde el principio el ORFIS fue una institución modelo, pionera, y creo que a lo largo de esta administración el contador lo ha mantenido, posicionándolo mucho mejor, como una institución de primera. Todas las actividades se hacen con mucha calidad. La misión más importante es que la sociedad confíe en las instituciones, en ese sentido, el ORFIS está creado para eso, para darle certidumbre.
Como señala el investigador australiano Leslie Holmes, el estudio de la corrupción no se deja clasificar fácilmente, es tan complejo el fenómeno que requiere del concurso de varias disciplinas: antropología, criminología, economía, historia, derecho, ciencias políticas, sociología, y obviamente no sólo requiere del enfoque académico, sino también del trabajo de organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales, que son los puntos de vista que contiene la obra que recomendamos en esta ocasión y que se encuentra publicada en México gracias a la articulación del esfuerzo entre la editorial Grano de Sal y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, cuya presidenta ejecutiva, María Amparo Casar firma la nota de presentación de este breve libro en donde, como dice ella misma: «el lector verá por qué no es fácil clasificar las prácticas corruptas y mucho menos medir su escala y, a la vez, se informará de los esfuerzos, unos muy exitosos y otros sólo de oropel, con los que en diversos países se ha buscado enfrentarlas».
Entre otros asuntos, Holmes, profesor de ciencia política en la Universidad de Melbourne, explora las consecuencias sociales de la corrupción, las cuales son devastadoras porque erosionan las conexiones sociales y fomentan la desconfianza y el egoísmo, siendo los principales afectados los miembros más pobres de la sociedad, que ven disminuidos los recursos estatales y privados que pueden contribuir a mejorar sus condiciones de vida.
Para reforzar nuestra recomendación, cerramos con una breve muestra de este libro:
Debates contemporáneos sobre cómo definir la corrupción
Un importante problema al intentar combatir la corrupción es los analistas no han logrado ponerse completamente de acuerdo sobre qué es. En un extremo de las opiniones está la muy amplia interpretación de que la corrupción, como la belleza, reside en el ojo de quien la observa; en el otro, está el enfoque legalista, según el cual un acto o una omisión son corruptos sólo si explícitamente se describen como tales en la legislación.
La confusión de las definiciones se puede demostrar mediante dos ejemplos significativos. Primero, no se define corrupción de manera unívoca en lo que las Naciones Unidas consideran como «el único instrumento universal anticorrupción legalmente vinculante»: la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC). Esto se debe en gran parte a que quienes redactaron la UNCAC no pudieron ponerse de acuerdo en una definición. Segundo, la principal organización no gubernamental internacional anticorrupción, Transparencia Internacional, ha utilizado durante la mayor parte de este siglo dos definiciones, pero no se decanta por ninguna. Para su producto más conocido, el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), hasta 2012 utilizaba la definición que aún hoy es la más comúnmente citada: «el abuso de un cargo público para obtener una ganancia privada». Esa definición es similar o incluso idéntica a la empleada por muchos otros organismos como el Banco Mundial. Pero en todos los demás contextos, Transparencia Internacional (TI) define la corrupción como «el abuso del poder confiado a alguien para obtener una ganancia privada». La principal diferencia entre las dos es que la primera exige la participación de un funcionario del Estado, mientras que la segunda, preferida también por Interpol, es más amplia y puede incluir el comportamiento ilícito de, por ejemplo, altos ejecutivos de empresas privadas e incluso la corrupción puramente dentro del sector privado […]. En 2012, TI dejó de definir la corrupción para su IPC (aunque en el reporte del IPC de 2013, «mide los niveles percibidos de corrupción en el sector público»), lo que refleja la confusión general.
Leslie Holmes, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Melbourne, Australia.