“El pescador Veracruzano que, sobre su lancha al amanecer, lanza sobre el mar con esmero y competencia, su atarraya con decidida habilidad para poder pescar.
Con responsabilidad navega sobre las olas del mar para tener que llevar de regreso a su hogar. Con honradez llega al pueblo ofreciendo la pesca fresca de aquel amanecer y esperando a caer el sol, con ilusión descansará para repetir su andar; para que con integridad actúe una vez más al navegar el mar.”
Comprendamos que formamos parte de una institución de pescadores. Todos y cada uno de nosotros somos pescadores que trabajan en pos de una fiscalización superior que estimula el control, la transparencia y la rendición de Cuentas. Nos alistamos temprano y temprano sin designio anticipado lo planeamos, dirigiéndonos de casa al puerto, donde está nuestra embarcación como instrumento cimentado en valores.
Lanzar la red es un arte que requiere de competencia profesional, pues depende de aptitudes, talentos y cualidades con las que contamos como profesionales, al final de la tarea esa red atraerá con imparcialidad a todos aquellos ansiados peces sin discriminar especie alguna.
Sin embargo, conscientes de las repercusiones y el sentido social de nuestro quehacer, separamos con honradez aquellos que deban ser llevados y aquellos que deban continuar en las costas Veracruzanas para fortalecer el quehacer de ese amplio mar que llamamos Estado; pues todo esto forma parte de un cúmulo de acciones encaminadas a lograr nuestros objetivos como institución, pues debemos evitar cualquier tipo de compensación, diferente al leal y correcto desempeño en nuestro arte de fiscalizar, para con nosotros y con la sociedad.
En altamar, tormentas irán y vendrán, de todas saldremos con la cara en alto y con integridad, pues con un criterio de honradez absoluta en el desempeño de nuestra pesca, actuamos con rectitud, para fomentar la credibilidad en el mercado del pueblo Veracruzano. Pues suele decirse que no hay buen marino si antes no ha batallado con muchas tempestades y tormentas; de la misma manera no hay ni habrá un buen pescador que no haya lidiado con la escasez, el temporal, la legalidad vigente y un sinnúmero de obstáculos a los que se verá enfrentado a lo largo de su travesía transcendental.